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Historía

E l Jardin de Pedraza

Una noche en vela

Reescribiendo la historia

Un martes cualquiera de invierno

de los felices años viente

amanece en Valleruela de Sepulveda

Medio metro de nieve tras los cristales

Domingo y Josefa

Aparejan su reala de mulos

Para dirigirse al mercado de Pedraza

Camino de Valdepinto por la cruz de Barbero y Orejanilla

Con las alforjas repletas

Y todo envuelto en paños inmaculados

Una oveja despiezada

Para el cuarto y mitad de falda y pescuezo

De los típicos cocidos segovianos

Chuletas, piernas y paletas para los guisos de caldero

Cabezas, asadurillas, manitas, blanquillos y entresijos.

Un lechazo pasa a asar en horno de adobe

Medio para la fonda “La única”

De la entrañable Pepa

Que se merendaban las fuerzas vivas del lugar

Después de zamparse un contundente cocido

Y dos cuartos para intentar vender

A los pudientes ganaderos de la zona

Que esperaban hasta última hora

Para regatear unos céntimos

De los reales que pedían

Y no conseguían

Porque al día siguiente aparecían

Via “La Serrana”

En el expositor del Mesón de Cándido

De la plaza del Azoguejo segoviana

En los años sesenta

Justo y Luisa toman el relevo

Cuando inauguran la Hostería de Pedraza

Pepa cierra su fonda

Alquilándoles su patio interior

Y su horno de leña

Seguían yendo los martes de mercado

Y los domingos de verano

Abrían las puertas de su patio

A la primera afluencia turística de Pedraza

Con su menú de degustación

Un cuarto de lechazo, pan, vino y ensalada

Por 500 pesetas (3 euros) para dos personas

En los años ochenta

Después de mis andanzas

Universitarias por Madrizz

Y militares en Barcelona

Con mi pequeño aprendizaje

Mas por las rutas y los bares

Que en la escuela y los desfiles

Inaguramos El Jardín

Construido bajo mi primera dirección de obra

En un solar que compro Justo

Sin el consentimiento de Luisa

A la princesa brasileña Eliza Chica

Llamado el jardinillo

Y que no pudimos denominar así

Porque tenía el nombre registrado “La Cubana”

Una exiliada amargada

De los primeros tiempos de Fidel

A principios de este nuevo siglo

De luces y sombras

Hemos inaugurado

Junto con mi mujer y mis hermanas

Un pequeño hotel rural: Hostería del Arco

Y una cafetería “La Despensa”

Con salón de convenciones y exposiciones

Espero que mis hijos

Gonzalo y Laura

continúen en cuarta generación

con esta pequeña empresa familiar

Fdo: The Foking Boss.